¡Bienvenido al mundo de la elaboración de kombucha! Si eres un principiante que busca comenzar a elaborar kombucha en casa, has llegado al lugar correcto. Esta guía completa te explicará qué es un SCOBY, su importancia para elaborar kombucha, cómo cuidarlo y cómo usarlo para elaborar tu propio kombucha. ¡Vamos a sumergirnos!
¿Qué es un SCOBY?
SCOBY significa cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. Es un disco gelatinoso y gomoso que flota en la superficie del kombucha durante el proceso de fermentación. El SCOBY es el corazón de la elaboración de kombucha, transformando el té dulce en la bebida ácida y gaseosa que amamos.
Importancia del SCOBY en la elaboración de kombucha
El SCOBY juega un papel crucial en el proceso de fermentación:
Fermentación: el SCOBY se alimenta del azúcar del té, produciendo ácidos, dióxido de carbono y una pequeña cantidad de alcohol. Este proceso transforma el té dulce en kombucha.
Probióticos: Introduce bacterias beneficiosas y levaduras en la bebida, que promueven la salud intestinal y ayudan a la digestión.
Protección: El SCOBY forma una barrera en la superficie del té, protegiéndolo de contaminantes y bacterias dañinas.
Cómo cuidar su SCOBY
El cuidado adecuado de su SCOBY es esencial para mantener su salud y garantizar una preparación exitosa de kombucha:
Almacenamiento: Mantenga su SCOBY en un recipiente limpio y tapado con suficiente líquido de kombucha para mantenerlo hidratado. Si no lo va a preparar de inmediato, guárdelo en el refrigerador hasta por algunas semanas.
Temperatura: Mantenga una temperatura constante entre 68 y 78 °F (20 y 26 °C). Las temperaturas extremas pueden dañar el SCOBY.
Limpieza: Lávese siempre las manos y esterilice el equipo antes de manipular el SCOBY para evitar la contaminación.
Alimentación: Prepare regularmente lotes frescos de té dulce para mantener el SCOBY activo y saludable. Evite la inactividad prolongada.
Cómo usar su SCOBY para preparar kombucha
¿Está listo para preparar su propio kombucha? Aquí tienes una guía paso a paso:
Ingredientes:
1 SCOBY
1 taza de kombucha inicial (de un lote anterior o comprada en la tienda)
1 galón de agua
1 taza de azúcar
8-10 bolsitas de té (negro, verde o una mezcla)
Instrucciones:
Paso 1: prepara el té dulce
Hierve el agua y disuelve el azúcar en ella.
Añade las bolsitas de té y deja reposar durante 10-15 minutos.
Retira las bolsitas de té y deja que el té se enfríe a temperatura ambiente.
Paso 2: combina los ingredientes
Vierte el té enfriado en un frasco de vidrio limpio.
Añade la kombucha inicial.
Coloca con cuidado el SCOBY sobre el líquido.
Paso 3: fermentación
Cubre el frasco con un paño transpirable o una toalla de papel y sujétalo con una banda elástica.
Coloca el frasco en un lugar cálido y oscuro durante 7-14 días, según tu preferencia de sabor. Cuanto más tiempo fermente, más ácido será. Prueba el kombucha periódicamente para determinar cuándo está listo.
Paso 4: Embotellado y segunda fermentación
Retira el SCOBY y una taza de kombucha para usar como iniciador para el siguiente lote.
Vierte el kombucha restante en botellas, dejando algo de espacio en la parte superior.
Para obtener más sabor, agrega frutas, hierbas o especias a las botellas.
Sella las botellas y déjalas fermentar durante 1 a 7 días más para generar carbonatación.
Paso 5: Refrigera y disfruta
Una vez que se logra la carbonatación deseada, refrigera las botellas para detener la fermentación.
¡Disfruta de tu kombucha casera fría!
Conclusión
Preparar kombucha en casa es un proceso gratificante y agradable, gracias al increíble SCOBY. Si comprendes qué es un SCOBY, cuál es su papel en la elaboración de kombucha, cómo cuidarlo y sigues los pasos para preparar tu propio kombucha, puedes crear una deliciosa bebida rica en probióticos en tu cocina. ¡Feliz elaboración!
